y si una tibia ola al mar me profundiza
en mi pecho canta, espuma me
desliza,
ondularán despacio en aguas de aceituna
susurros etéreos en voces de
nodriza;
se duermen las estrellas en mi tibia cuna,
en tumbos
inquietos de noche mestiza,
me visto de nácar con lumbre de luna.
El ámbito sonoro trae la voz
rimbombante
de la mar que arrulla en lo
oculto su pena,
murmura bullicioso a mi oído en la arena
retorno yo su eco en canto
vibrante.
Soy una caracola en la orilla moribunda